Pozos canadienses como ayuda en la climatización

La climatización de las viviendas ha sido siempre una gran preocupación, sobre todo al considerar el consumo energético que conlleva. Con cada crisis económica o de suministro energético que hemos sufrido en los últimos 40 o 50 años, los arquitectos e ingenieros han desarrollado o recuperado técnicas constructivas más eficientes. Los pozos canadienses son una de esas tecnologías que se han recuperado de los antiguos métodos constructivos.

Pozos canadienses como ayuda en la climatización

¿Cómo funciona el pozo canadiense?

El pozo canadiense, también conocido como pozo provenzal, aprovecha la gran estabilidad de temperatura que el subsuelo nos ofrece. Gracias a que a unos 2 metros de profundidad la temperatura oscila entre los 15 y los 24 °C durante todo el año. Debemos tener en cuenta que la temperatura del aire puede fluctuar en unas pocas horas más de 10 °C. Esto hace que debajo de nuestras viviendas tengamos una especie de batería térmica que podemos aprovechar de forma natural.

Pero ¿cómo lo aprovechamos? Explicado de modo sencillo, un pozo canadiense consiste en una red de tuberías enterradas en nuestro jardín, o incluso debajo de nuestra vivienda. Esta tubería tiene una entrada de aire, luego circular por el suelo, para terminar en una salida dentro de nuestra vivienda.

De este modo, el aire que entra a la tubería debe recorrer toda la longitud enterrada. Durante este trayecto va intercambiando su temperatura con la existente en el subsuelo, de manera que se calienta o enfría, en función de la época del año.

Durante los días de verano el aire entrará en la tubería a una temperatura bastante alta, unos 36 °C. Mientras recorre la tubería va cediendo temperatura al terreno, que está entre 15 y 24 °C. De modo que, cuando llega a la salida en la vivienda, ha bajado su temperatura a unos 26 o 27 °C. A pesar de ello, en muchas ocasiones esa temperatura no es totalmente confortable.

Sin embargo, con el pozo canadiense se ha conseguido una temperatura más suave y nuestro sistema de climatización necesitará consumir mucha menos electricidad.

Pozo canadiense verano - invierno

Durante el invierno, el sistema de tubos del pozo canadiense funciona igual, pero a la inversa. Es decir. El aire que entra en el tubo suele estar muy frío, pero durante su recorrido va calentándose. Así, al llegar dentro de la vivienda ha subido su temperatura lo suficiente para que nuestro sistema de bomba de calor tenga que trabajar menos y consumir menos electricidad.

Elementos de un pozo canadiense

Aunque con la explicación anterior parece sencillo, debemos tener en cuenta que la construcción debe proporcionar el confort deseado, sin perjudicar la calidad del aire. Así, se debe asegurar que el aire entre limpio, sin polen u otras partículas o suciedad que pueda transportar el aire.

Esquema de construcción de un pozo canadiense

  • Chimenea de entrada
    En la entrada del aire se debe instalar un filtro inicial de polen y polvo. Este evitará que entren suciedad e incluso insectos y pequeños animales.
  • Tubería
    ​La tubería funciona como un intercambiador de calor, entre el aire y el terreno. Sin embargo, no sirve cualquier tubería, ya que su ubicación y funcionamiento son muy importantes. Por ello, la tubería que se utilice debe tener las siguientes características:

    • Resistentes. Deben tener una adecuada resistencia, tanto a la deformación, por la presión de la tierra que se deposita sobre ella y por posibles movimientos del terreno.
    • Estancas e impermeables. Puesto que necesitamos que el aire llegue a la vivienda lo más limpio posible, la tubería no debe permitir las filtraciones de agua, humedad u otros elementos que pueda contener el terreno y que pueden ser nocivos para nuestra salud.
    • Debe ser impermeable al radón. Este gas se genera de forma natural en la corteza terrestre y en grandes cantidades puede ser nocivo para nuestra salud.
    • Inoxidables. Una tubería que se pueda oxidar o tenga partes que se oxiden es un foco de insalubridad y es lo que se pretende evitar. Por lo general, las tuberías utilizadas en los pozos canadienses son de material plástico, por lo que no les afecta la corrosión.
    • Que tengan conductividad térmica. Ya que deben facilitar el intercambio de calor entre el suelo y el aire que circula dentro de ellas.
  • Ventilador
    Para garantizar que el aire del interior de la vivienda se renueve con la frecuencia necesaria, es muy normal que tengamos que forzar su movimiento. Es por ello que se deben instalar unos ventiladores que impulsen el aire cuando sea necesario.
     

Construcción de un pozo canadiense

  • Tratamiento del aire
    ​También es recomendable la instalación de unidades de tratamiento de aire que cumplen dos funciones, la de filtrado del aire y la recuperación de calor.

    • Filtros de aire. Estos filtros son mucho mejores que el inicial y están destinados a eliminar al máximo las partículas, ácaros y bacterias que puedan viajar con el aire. En función del nivel de pureza que deseemos se instalan unos filtros u otros.
    • Recuperación de calor. Es una opción interesante cuando además del pozo canadiense tenemos que hacer uso de equipos de aire acondicionado, o de una calefacción por bomba de calor, para apoyar al propio pozo. Recordemos que gracias al pozo canadiense mejoramos la temperatura del aire, no obstante, en muchas ocasiones no llega a la temperatura óptima de confort.
      Unidad de tratamiento de aire de un pozo canadiense

      El recuperador de calor aprovechará la temperatura del aire interior, que hemos tenido que terminar de climatizar con nuestro sistema, aire acondicionado o bomba de calor, para mejorar la temperatura del aire que entra. De esta forma estamos ahorrando en dos partes de toda la instalación. Con el pozo canadiense ahorramos al no necesitar tanta calefacción o climatización. Y con el recuperador mejoramos ese ahorro al aprovechar la temperatura interior.

  • Sistema de control. Para un mejor confort se utilizan sistema de control que miden constantemente la temperatura y humedad del aire, tanto del interior de la vivienda como del exterior. De este modo se detecta la necesidad o no de activar los ventiladores o incluso el sistema adicional de climatización, bomba de calor u otro. O en ocasiones solo con la aportación del pozo canadiense es suficiente.

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