Consejos para optimizar el uso del aire acondicionado en verano

Se acercan los meses de más calor y con la nueva tarificación horaria en la factura de la luz, es más importante que nunca optimizar el uso del aire acondicionado.

Consejos para optimizar el uso del aire acondicionado en verano

Es momento de ponerse manos a la obra o de interiorizar algunos consejos para conseguir que los aparatos funcionen a buen rendimiento y con la mayor eficiencia energética posible. Comenzamos.

1. Un buen mantenimiento

Si los equipos han estado parados todo el invierno, conviene hacer una buena puesta a punto. filtros, bandejas y unidades tanto interiores como exteriores limpios de polvo y suciedad hacen que los aparatos funcionen mejor y consuman menos.

2. Controlar la temperatura

Por cada grado que se baje el termostato, el consumo de energía aumentará hasta en un 8%. Por ello, la mejor forma de optimizar el uso del aire acondicionado es hacerlo con moderación. No es necesario estar en casa con chaqueta. La temperatura de confort óptima se situaría entre 25 y 26 ºC.

3. Modo Eco

Los equipos más modernos disponen de esta posición que permite ajustar automáticamente la potencia. Utilizarlo puede suponer un ahorro de hasta un 30 % en la factura.

4. Usar ventiladores

Ventiladores y aire acondicionado no son incompatibles, al contrario. En posición de verano, las aspas del ventilador ayudan a distribuir mejor el aire frío por toda la estancia, lo que permitirá subir algún grado la temperatura en el termostato sin problemas.

5. Aprovechar el frío residual

La temperatura se mantiene un tiempo después de haber apagado los equipos, conviene tenerlo en cuenta. Desconectarlos unos minutos antes de salir de casa o acostarse supone un pequeño ahorro de energía.

6. Cerrar puertas y ventanas

El aire penetra por cualquier rendija, por ello, es importante no solo que puertas y ventanas permanezcan cerradas mientras los aparatos están en funcionamiento, sino que sean completamente estancas. Si se percibe alguna pequeña corriente, lo más sencillo es poner unos burletes.

A la vez, en las horas de más calor, es importante bajar persianas y echar toldos, si los hay. Son pequeños gestos que ayudan a mantener el confort térmico dentro de la casa y mejoran la eficiencia del aire acondicionado.

7. Ventilar de noche

Conviene abrir las ventanas solo cuando las temperaturas bajen. Si hay corrientes de aire, incluso se puede evitar poner los equipos de aire acondicionado en marcha. En cuanto el termómetro empiece a subir, habrá que cerrar las ventanas. Si las temperaturas exteriores son muy altas, con diez minutos es suficiente para ventilar bien una estancia.

8. Mejorar el aislamiento

Supone una inversión a veces elevada, pero, sobre todo en zonas muy calurosas donde el aire acondicionado es imprescindible, se acaba amortizando. Aislar las paredes y cambiar las viejas ventanas por otras con rotura de puente térmico y cristales bajo emisivos reducirá considerablemente el esfuerzo de los equipos y puede suponer un ahorro energético de hasta un 30 %.

9. Elegir un buen equipo

Una de las mejores formas de optimizar el aire acondicionado es dejarse aconsejar por profesionales. La potencia necesaria varía no solo según los metros de la estancia o el inmueble, también depende de su nivel de aislamiento, del número de personas que vivan en la casa y hasta de la orientación.

Nadie como un especialista para calcular lo que verdaderamente se necesita. Pagar por una potencia que no se va a emplear es malgastar dinero. Y, al contrario, elegir equipos con menos potencia de la necesaria solo supondrá un gasto energético mucho más elevado y una vida útil mucho más corta de los aparatos.

Por supuesto, es importante elegir siempre aires acondicionados con una buena calificación energética. Se pagará algo más por ellos, pero, a cambio, la factura de la luz se verá rebajada.

Además de estos consejos, conviene tener otros en cuenta, como alejar los aparatos interiores de fuentes de calor y proteger del sol los exteriores o asegurarse de que los ventiladores no tienen nada delante que obstaculice la salida del aire. Son gestos que también ayudan a  optimizar el uso del aire acondicionado en verano.

 

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